5 de marzo de 2012

Un poema para el rojo

A UN AMOR NO CORRESPONDIDO

Fuiste como el aire

que en su ausencia

siente cuanto duele el alma.

Fuiste como el aire

y lloré lágrimas secas,

desierto de esperanza vacía.

Fuiste aire cuya ventana

se cerró frente a mi piel.

Como el aire, te respiré

durante tanto tiempo.

Tomé tu ambrosía en mis oídos

. . . . y tu voz,

fue aire en mis pulmones.

No puedo esperar al aire

que decidió no ser mío,

entrego tu voz al olvido.

Tampoco el aire quiso conocerme,

tan sólo aspira a ser respirado.

Tal vez escogí vivir sin aire

más mi memoria no lo recuerda.

Y no hubo aire,

y no hubo nada,

y condenaste a mi corazón

a otro vacío.

Rosa de Soto

No hay comentarios: